Es muy importante prevenir los ahogamientos en playas y piscinas. Los niños mueren ahogados y lo hacen con más frecuencia de lo que creemos. Muchas veces se trata de desgracias que se podrían haber evitado de haber seguido unas recomendaciones básicas de seguridad. Por eso, desde Pizquito nos gustaría darte una serie de consejos.
Nunca los dejes solos. No permitas que los niños vayan solos a la playa y no les quites la vista de encima. Un adulto responsable debe vigilar a los niños y vigilar no es estar por allí “guasapeando” y subiendo fotos a Instagram. Solamente se necesitan unos segundos para que un niño se ahogue. No se debe atender llamadas o ir un segundo al baño sin dejar a otro adulto al cargo. En esos “si solo me fui un segundo” suceden las cosas.
Los menores de entre 2 y 4 años son quienes sufren las peores consecuencias de la que ya es segunda causa de muerte infantil en España.
Elige playas con servicio de socorrismo. Respeta sus indicaciones, banderas, cartelerías, etc. Si hay bandera roja, respétala.
Ponles chaleco. Enséñales a nadar y si no saben, chaleco (no flotador ni manguitos).
No a los saltos. Saltar de cabeza desde las rocas puede acabar en una lesión medular irreversible.
Los inflables no son seguros. Ojo con las colchonetas y flotadores, dan sensación de falsa seguridad.
Ojo con las comilonas. Los cambios de temperatura bruscos pueden causar una hidrocución, llévalos al agua despacio.
Los socorristas no son niñeras, ni las torres de vigilancia guarderías, no los dejes solos ni un minuto.
Vigilancia continua. No existe sustituto de la supervisión adulta. Nombra responsable de vigilancia y establece turnos. Dejar al niño con un flotador en la piscina no es vigilarlo. Ningún sistema sustituye la vigilancia de un adulto.
Norma 10/20. Mira a la piscina mínimo cada 10 segundos y llega hasta ella en menos de 20 segundos.
Evalúa riesgos. Detecta si el niño puede llegar solo a la piscina en un descuido.
Niveles de protección. Incorporar dispositivos de seguridad que impidan que el niño pueda llegar solo a la piscina en un descuido.
Aprendizaje y educación. Enseñar a flotar, nadar y actuar con precaución. Los flotadores, los churros y otros dispositivos dan una falsa sensación de seguridad. No son sustitutos de la supervisión de un adulto.
Orden. Aleja juguetes y elementos llamativos de la piscina y alrededores cuando no se usen. Cuando no uses la piscina, saca todos los juguetes y cosas que puedan llamar la atención al niño y hacerle caer al agua. El niño de antes que nunca se metería puede querer coger un juguete o una pelota. Y sin querer meterse hasta el fondo.
Drenajes. Revisión, mantenimiento y alejamiento de los niños de esos elementos.
Si a pesar de todo lo que te hemos comentado hay un accidente, avisa al 112 o al socorrista rápidamente.
Fuente: Protección Civil, 20minutos.com y abc.es