En un plazo máximo de tres años, todos los países de la UE deberán contar con un permiso de maternidad y paternidad de igual duración, cuatro meses, de los cuales dos serán intransferibles y remunerados. Aquí tienes todos los detalles.
La Unión Europea ha acordado la instauración de un permiso de paternidad y maternidad de «al menos» cuatro meses retribuidos para el cuidado de sus hijos. De los cuatro meses, dos no podrán ser transferibles entre los progenitores.
Se trata del principal acuerdo alcanzado entre el Consejo de la UE (Estados miembros) y el Parlamento Europeo en favor de la conciliación de la vida personal y laboral. Antes de entrar en vigor, debe ser aprobada por ambas instituciones.
La medida se queda en un término medio de las anunciadas previamente. Actualmente, la legislación europea permite solicitar una excedencia de hasta cuatro meses para el cuidado de menores de hasta 8 años, pero no exige ser remunerado y se pueden transferir tres de esos cuatro al otro progenitor.
La propuesta original que la Comisión Europea planteó en 2017, en la que apostaba por permisos retribuidos de al menos cuatro meses y en ningún caso transferibles.
El acuerdo también incluye una baja por paternidad mínima de 10 días tras el nacimiento de sus hijos y retribuida en el mismo nivel que una baja por enfermedad. También se fija que todos los padres con hijos menores de ocho años podrán solicitar diferentes fórmulas de empleo, como horario reducido o flexibilidad con respecto al lugar de trabajo.
Las instituciones europeas también han fijado disposiciones en materia de permisos para cuidadores a través de un derecho de cinco días libres por trabajador al año.
«El acuerdo es un gran impulso a la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres en la UE. Esta directiva facilitará la participación de la mujer en el mercado laboral y un reparto equitativo de las responsabilidades de cuidados. También contribuirá a cerrar la brecha salarial», ha apuntado Marius-Constantin Budai, Ministro de Empleo y Justicia Social de Rumanía.
La Comisión Europea valora positivamente la decisión tomada y asegura que dan a las madres y los padres «la opción real de elegir cómo quieren conciliar la vida familiar y laboral».