Hoy en día, los abuelos disfrutan de una mejor calidad de vida y ya no son tanto el «abuelo bucólico» que cuenta los cuentos y juega al escondite. Es de gran importancia el papel de los abuelos en el desarrollo emocional de los niños.
Los que son abuelos ahora también participan de las actividades de sus nietos, los llevan a los entrenamiento y a veces son ellos los que viajan con los equipos deportivos de sus nietos. Participan activamente en su educación al cambiar los roles familiares por la realidad laboral de los padres, ya no son «abuelos malcriadores».
Lo que sucede es que la perspectiva del tiempo y la experiencia los lleva a educar de otra forma y siempre complementaria a los padres. Se coordinan con ellos para seguir las mismas pautas y criterios, son parte más activa en la vida de sus nietos. Pero eso sí, manteniendo su independencia y sin que ello tampoco les suponga un exceso de hipoteca personal, pues tienen una vida propia rica y una vida social intensa.
Tampoco son ese sustitutivo de los padres en cuanto al cuidado y atención. Si es necesario lo son, por supuesto. Ya no viven la escolarización temprana como “que le quitan a sus nietos”, ellos la ven como importante para el desarrollo de su nieto y ellos son complementarios y colaboradores.
Se implican y aportan. Tanto es así que opinan sobre las mejores opciones para sus nietos, siempre en la distancia y muy respetuosos con las decisiones de los padres, pero expresando su opinión.
En el ámbito escolar, porque también tienen una mayor disponibilidad, son grandes colaboradores en el ámbito escolar.
Por todo ello, los queremos tanto.
¡Feliz día a todos los abuelitos y a los nietos por poder disfrutar de ellos!
Gustavo Hernández, director de la Escuela Infantil Pizquito.