En muchas ocasiones, sin darnos cuenta, apuntamos a los niños a fútbol, a inglés, a natación, pintura, música, informática, etc. Sin embargo, lo que sí notamos es el cansancio, obvio, del niño ante tanta actividad. ¿Cuándo tiene tiempo de jugar libremente, de desconectar y de descansar? ¿Les estamos sobrecargando?
En bastantes ocasiones he escuchado eso de: ¡pero si son niños! ¡Ellos no se cansan! ¿Cómo que no se cansan? Claro que lo hacen. Se pueden sentir saturados y agobiados con tantos deberes y actividades extraescolares. Puede que no sepan expresar su malestar o cansancio, pero sí que lo sienten. Los niños no son robots sin sentimientos y con energía infinita.
A los adultos también nos gusta descansar, desconectar, tener tiempo para nosotros y para hacer las cosas que nos gustan… ¿por qué hay gente que piensa que con los niños es diferente? Ellos también necesitan tiempo para disfrutar, para jugar y sobre todo para relajarse. No se debería creer que los peques pueden con todo y que van a estar al cien por cien siempre.
Uno de los grandes debates de estos años es el tema de los deberes. Los niños acumulan demasiados para casa y también tiene que ir a un montón de actividades extraescolares que les agotan. Vamos, que, en bastantes ocasiones, los niños tienen muchísimas más cosas por hacer que los propios padres.
Lo que debemos hacer como padres es equilibrar los horarios y actividades de los niños para evitar la saturación de tener que ir todos los días a algo.
Hay padres que quieren que sus hijos sean los mejores en absolutamente todo. Por eso les apuntan a la mayoría de las actividades extraescolares: los peques tienen que ser perfectos en fútbol, en natación, en inglés, en pintura y con los ordenadores.
¿Por qué? ¿Por qué hay padres que se empeñan en que los niños sean ases en prácticamente todas las áreas? Quizás no sepan que un aceleramiento de aprendizaje no es nada conveniente para el desarrollo. Puede que desconozcan que los peques también tienen que descansar y que no es necesario que sean genios en todo.
Muchos niños que temen decepcionar a sus padres al decirles que no quieren ir a fútbol, pintura o a clases de informática. Lo que ellos más desean es que sus padres estén orgullosos y felices con ellos. Por eso hay veces que no expresan cómo se sienten o lo cansados que puedan llegar a estar.
¿Cuándo tiene tiempo para hacer una actividad de forma relajada y sin estrés? ¿Realmente es necesario que de clases de informática, música y pintura con cinco años? Quizás, ¿sería más adecuado ir al parque con él para que corra y juegue libremente?
Antes de apuntar a los niños a 1000 cosas, recuerda que no son simples trofeos que exponer ante los demás. Tienen derecho a disfrutar de algo muy importante: su propia infancia.
Fuente: melelices.com