El Covid en los niños con autismo, como sabrás, puede ser devastador. Las personas autistas tienen unas necesidades especiales para relacionarse con el medio y, por supuesto, con la sociedad. El entorno les afecta y cualquier variación o imposición puede desnivelar su estado normal. El confinamiento puede provocar alteración nerviosa en una persona autista, así como pasos atrás en los avances que haya logrado realizar con su familia y personas allegadas. Por eso, este grupo es uno de los más vulnerables.
El coronavirus ha provocado muchos problemas anímicos y sociales. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) forma a profesionales que traten los síntomas de autismo de la mejor manera posible en todas las situaciones. Es importante que te sientas tranquilo a la hora de que tu hijo o la persona a la que amas se relacione sin problemas con el medio, sin alterar su rutina y sin que el mundo se le vuelva más difícil. Por esta razón, si tienes un hijo o hija autista, puedes confiar en profesionales de la rama.
Todas las familias como la tuya pueden contar con recursos de ayuda para niños con autismo. Sobre todo en las segundas fases del confinamiento, estas se volvieron necesarias para muchos pacientes. Los trastornos del espectro autista están sometidos a una suspensión total de sus servicios, Todas las ayudas que recibían, tanto en el colegio como fuera de él, se paralizaron. Entonces, se quedaron en casa y no recibieron apoyo psicológico. Fueron muchas semanas sin seguimiento profesional.
Como sabes, esto no es algo que una persona con autismo pueda llevar bien, lo que hace que muchos padres, madres o tutores como tú quieran informarse sobre qué hacer con una persona autista en casa. Además de todo lo que puedas hacer por tu cuenta, debes siempre intentar seguir consejos profesionales. Para ello, los estudiantes universitarios de centros como el ULPGC pueden ayudarte con un asesoramiento personal.
Los niños y niñas autistas lo pasaron muy mal al principio del confinamiento. Si tienes esta situación entre tus convivientes, seguro que intentaste hacer todo lo posible para que se alterasen lo menos posible con las horas que tenían que estar en casa. Por ejemplo, justificando los paseos con su diagnóstico, tratando de pasear a las mascotas con ellos, haciendo todo tipo de actividades en casa… A pesar de que lo hayas intentado, el encierro ha dejado huellas en su comportamiento y es normal que no haya sido suficiente.
El intento no ha sido en vano, pero no cabe duda de que la evolución de su tratamiento, al igual que sus citas médicas y controles, se han paralizado. Por esta razón, según se van abriendo los servicios sanitarios, es importante que tengas en cuenta ciertas indicaciones profesionales. Entre ellas, cabe distinguir tres procesos. Para comenzar, los inicios del trastorno; para seguir, su manifestación aún en la infancia; por último, las consecuencias de la alteración de personas ya adultas o de edad avanzada.
Algunos niños podían estar iniciando un trastorno de espectro autista antes del confinamiento. Si estaba a punto de ser diagnosticado o en observación, es posible que sus manifestaciones se disparasen por el tiempo encerrado en casa. Si te ha pasado esto y todavía estás esperando citas médicas, no dudes en intentar contactar con un profesional a distancia que te ayude a llevar la nueva normalidad de la forma más conveniente.
Los niños diagnosticados con esta anomalía necesitan un seguimiento. La paralización de los servicios que no fuesen urgentes llevó a muchos a no ser atendidos. Es necesario que tengas en cuenta que las necesidades de tu hijo o hija son importantes. Por eso, no debes infravalorar nunca las manifestaciones autistas o empeoramientos que presente. Ante cambios drásticos, pequeños o modificaciones en su actitud, debes siempre tomar la consulta como una urgencia y necesidad.
Aunque el autismo se diagnostica normalmente en la infancia, sus manifestaciones pueden apreciarse a lo largo de toda la vida. Si es tu caso, esta condición puede suponer una alteración enorme con la crisis sanitaria. Intenta controlar tu tranquilidad o la de tus hijos mayores. Las tareas del hogar o los recados en la calle pueden ser una ayuda para pasar el tiempo sin estar encerrado.
En conclusión, no cabe duda de que puedes tener en cuenta todo lo que se ha indicado en este artículo para que tanto tú como la persona que padece autismo en tu casa estéis relajados. Hay que valorar siempre que el Covid en los niños con autismo puede manifestar ataques cuando menos te lo esperas. Por eso, conviene que tengas a mano el número de un profesional que pueda asegurarte un asesoramiento acertado estés donde estés e incluso cuando no pueda ver al niño o niña. ¡Prepárate por si acaso!