La infancia es el período más decisivo en cuanto a la consolidación de ciertos hábitos. Por eso, es imprescindible dedicar tiempo a que nuestros hijos se habitúen a lavarse los dientes y cuidar su boca. De este modo, ya tendrán mucho ganado de cara al futuro. No mantener una correcta higiene dental puede ser la causa de enfermedades dentales como, por ejemplo, la caries.
La primera visita
Si tu hijo todavía es un bebé, este decálogo también te interesará, ya que la salud dental debe cuidarse incluso antes de la erupción de los primeros dientes. Lo ideal es que la primera visita al odontopediatra se lleve a cabo entre los seis meses y el primer año de vida.
Antes del cepillo de dientes
Además, también debe empezarse la rutina de higiene dental antes de que erupcionen los dientes de leche. Objetos como la gasa o el dedal de silicona son los indicados para limpiar las encías de los bebés, siguiendo los consejos del dentista.
Dar ejemplo
Los padres son los referentes de sus hijos. Si te cepillas los dientes delante de ellos y hablas sobre salud dental, verán que eso es algo importante en el día a día. También es recomendable explicarles porqué es importante cuidar los dientes (para prevenir enfermedades, para tener una sonrisa bonita, etc.) de una manera amena para que entiendan porqué deben hacerlo.
Que sea divertido
Cuando llega el momento de cepillarse los dientes, a menudo nuestros hijos remolonean y nos lo ponen difícil. Una de las maneras para que esto no pase es que la rutina de higiene dental se parezca a un juego. Adquirir cepillos con dibujos divertidos y coloridos y cepillarse los dientes en familia hará de este hábito algo más ameno.
Dentífricos con sabor
Adquirir dentífricos con el sabor que les gusta a tus hijos también hará que ellos tengan más ganas de cepillarse los dientes. Asegúrate de que esta pasta de dientes, a pesar de tener sabor, cumpla los requisitos necesarios y déjate aconsejar por el odontopediatra.
Evitar el exceso de dentífrico
Uno de los errores en los que muchos adultos caen es en aplicar demasiada pasta de dientes sobre el cepillo. La pasta de dientes solo debería cubrir un tercio de la superficie del cepillo. Si les enseñamos esto a nuestros hijos, ya lo tendrán ganado para el futuro. Además, también es importante confirmar que el pequeño no se traga la pasta directamente, ya que entonces los dientes no se beneficiarán de sus propiedades.
El relojito de arena
Otra de las cosas que nuestros hijos deben interiorizar es el tiempo de cepillado. No basta con lavarse los dientes un rato, lo recomendable es hacerlo durante 2 minutos. Una opción para que nuestro hijo no se canse, es adquirir un reloj de arena para que él mismo vea cuánto tiempo queda hasta acabar.
Flúor contra las caries
El flúor es un aliado en cuanto a prevención de caries. Así que es recomendable utilizar productos, como el dentífrico o el colutorio, que contengan este elemento.
¿Y el hilo dental?
A pesar de que sea un hábito que a veces queda relegado, incorporar el hilo dental a la rutina de higiene es muy importante. El cepillo de dientes no llega a todos los rincones de la dentadura. Sin embargo, es recomendable empezar a utilizar la seda dental hacia los 4 años y hacerlo de manera supervisada.
La figura del odontopediatra
También es importante que nuestros hijos se acostumbren a la figura del dentista y al hecho de acudir a él. El odontopediatra es el dentista encargado de la salud dental de los infantes y es recomendable visitarle de manera regular, como mínimo, una vez al año.
Fuente: larazon.es