El hospital Vall d`Hebrón, en Barcelona, ha realizado el primer trasplante de los dos pulmones en parada cardíaca a un bebé. Es la primera vez que se realiza una intervención de este tipo en España y es muy poco habitual en el resto de Europa. Los pulmones donados fueron extraídos cuando se produjo la asistolia del donante y el trasplante ha servido para salvar la vida a un bebé de dos años con patología terminal.
El primer paso en cualquier trasplante siempre es la extracción del órgano donado cuando el paciente muere. En este caso la asistolia controlada se produjo en quirófano, lo que benefició el estado de los órganos comparado con los casos de muerte encefálica o accidentes cardiovasculares.
La técnica que se ha seguido en el Vall d´Hebrón ha sido la misma que con los pacientes adultos, aunque con algunas dificultades añadidas.
Los tejidos de un bebé presentan poca resistencia a la isquemia. Esto se traduce en una mayor probabilidad de que el órgano extraído muera cuando se interrumpe la circulación sanguínea y hasta que se restituye en el cuerpo receptor.
Por otro lado, la asistolia infantil está muy poco estudiada, ya que la mortalidad infantil afortunadamente, es muy baja
Una intervención quirúrgica de estas características precisó de un equipo multidisciplinar. La doctora Laura Romero, Jefa del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar ha querido reconocer la laboral de los numerosos profesionales implicados en la operación.
Cirujanos cardíacos pediátricos, anestesistas, UCI pediátrica, personal de enfermería de trasplante, perfusionista y quirúrgica, así como auxiliares y celadores velaron por el éxito de la intervención.
Una vez realizada la parte más delicada del proceso es importante establecer una relación de proximidad con la familia y los cuidadores del niño, para proporcionar todo el apoyo necesario en la rehabilitación del pequeño.
Cualquier persona trasplantada, y en el caso de un bebé aún más, los cuidados posteriores van a determinar el éxito completo de la intervención. El tratamiento farmacológico, la nutrición durante los primeros meses, y los cuidados de enfermería deben llevarse a cabo con exactitud, para evitar infecciones y un posible rechazo.
Después de varios meses el pequeño se ha recuperado casi completamente y comienza a llevar una vida normal junto a su familia. Corre sin mostrar síntomas de asfixia, como ocurría antes del trasplante, y juega con otros niños. Todavía necesita una sonda nasogástrica para alimentarse, aunque los padres tienen la esperanza de que sea por poco tiempo.
El primer trasplante de los dos pulmones en parada cardíaca a un bebé ha marcado un nuevo hito en la medicina de nuestro país.
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