Cómo afecta el cambio de horario a los niños

Este próximo domingo cambiaremos la hora y adelantaremos los relojes por lo que nos interesa conocer cómo afecta el cambio de horario a los niños. Durante unos días nuestro reloj interno y el de la muñeca (o el del móvil) seguirán desajustados, pero ¿qué pasa con los más pequeños?

Cómo les afecta el cambio de horario a los niños

Para empezar, este cambio afecta a sus biorritmos, en pequeños trastornos del sueño y hábitos como el horario de comidas, que, normalmente, se resuelven en 3-4 días o, a lo sumo, en una semana.

Hay que tener en cuenta que este cambio de hora a “horario de verano” repercute en que dormimos una hora menos. Esto implica, directamente, que se adelanta su horario de comidas respecto a su reloj interno, pudiendo ser aún de día al acostarse y que, al levantarse, aún haya oscuridad. Por tanto, es normal que presenten pequeñas alteraciones del sueño y se muestren irritables, de peor humor, apáticos, etc.

Empatía

La mejor herramienta de ayuda que podemos ofrecerles estos primeros días será comprender la causa que produce estos pequeños desarreglos. Ser empáticos siempre nos va venir bien y estaremos en mejor disposición para hacerles esta transición más llevadera.

También podremos ayudarles acostumbrándolos desde unos días antes retrasando 15 minutos diarios el horario de todas las rutinas del niño, esta graduación le ayudará a acostumbrarse de forma paulatina. Si estos cambios los hacemos todos los integrantes del hogar (la hora de comer, cenar, etc.), se sentirá más implicado y será otro factor a su favor para acostumbrarse.

A los más grandes (de 3 años en adelante), además de esto, podemos explicarlo y así entenderán mejor todo lo que les repercute: por qué anochece más tarde y por qué al levantarnos puede que aún esté oscuro.

Este año contamos con la ventaja de que al lunes siguiente ya han comenzado las vacaciones de Semana Santa para muchos. Esto hará que no sea tan duro el primer día, aunque podemos continuar con este proceso de reajuste de hábitos que sin duda ayudará.

En todo caso y como cualquier pequeño ajuste, lo mejor es que estos cambios sean graduales sintiéndose acompañados y comprendidos en los momentos de malestar.

Gustavo Hernández

Director  Escuela Infantil Pizquito