Este vídeo parece sacado de la película ‘La vida es bella’, pero no, es la vida real. Y dura. Es impresionante ver algo así, pero podemos aprender mucho de cómo el padre afronta esa realidad.
Como en todas las guerras, la infancia y la mujer son sus primeras víctimas, las grandes olvidadas. Aparte de lo dantesco de la escena, esta puede ser a la vez ilusionante. Nos hace creer un poco en la humanidad, en este caso, creemos en Siria, por la actitud de ese padre.
Si lo intentamos traer a nuestra sociedad -es muy complicado, porque no nos encontramos en esa situación y no estamos en guerra-, sí vemos, cómo a través de lo simbólico, la niña es capaz de imaginar un mundo y evadirse de la realidad para superar el trauma. Es más, para ni tan siquiera tenerlo. Con este juego, el padre está aumentando la resiliencia. El modo en que afronta la superación de la adversidad de esa hija es encomiable.
En el peor de los escenarios, el ser humano es capaz de hacer lo mejor y lo hace a través de la educación. De ahí, la importancia del cuidado y el amor a la infancia a través de una educación respetuosa, trabajando herramientas que ellos son capaces de manejar, el juego y el simbolismo para superar, crecer y poder tener individuos sanos a largo plazo.
Roberto Benigni nos mostró que ‘La vida es bella’. Este padre nos enseña que, además, es real.
Fuente: @alganmehmett