No existe ninguna clave universal ni truco mágico para aplicar una educación de diez, pero sí podemos tomar algunos consejos orientativos para inculcar una educación en la que se brinde libertad y crecimiento personal.
Los padres somos el espejo en el que se miran nuestros hijos y ellos nos devuelven nuestro reflejo nos guste o avergüence lo que veamos.
Queramos o no, seamos conscientes o no… tenemos un impacto indudable en nuestros hijos, es imposible no tenerlo. ¿Vale la pena tomar consciencia y decidir responsablemente qué impacto quiero tener con mis hijos? ¿Nuestros hijos se merecen que nos preparemos para dar lo mejor de nosotros mismos como padres y madres? ¿Queremos aprovechar la oportunidad de ser padre o madre para crecer como personas?
Por eso, te enseñamos algunas claves para educar siempre desde un punto positivo, alejado de los gritos, amenazas y castigos. El impacto que tengamos en los niños, en edad temprana, será el adulto que se forje en el mañana:
Recuerda que, en un ambiente familiar de reproche continuo, aprendemos sin saberlo a condenarlo todo. Si de niños, día tras día, se nos hace continua represión por los fallos que necesariamente cometemos aparecen llagas permanentes que hacen que cualquier roce nos incite, nos duela y dificulte discernir entre lo bueno y lo malo, lo grande y lo pequeño llevándonos a la generalización de condenarlo todo.
Fuente: imageneseducativas.com