Las habilidades lingüísticas del niño se van desarrollando desde el primer día de su vida, cuando oye hablar a sus padres o atiende a los sonidos y formas que están a su alrededor. Siempre puedes motivar a tus hijos a aprender a un ritmo más acelerado, pero para que tu enseñanza surta efecto, deberás utilizar el juego como medio.
En los tres primeros años, el niño va adquiriendo las habilidades lingüísticas de manera gradual. Esta es la etapa de un mayor progreso, en la que va aprendiendo un mayor manejo del lenguaje y del habla.
Las habilidades lingüísticas son cuatro. El niño las irá absorbiendo lentamente y mejorándolas a medida que vaya practicando y percibiendo lo que hay a su alrededor:
Aprender a hablar conlleva una serie de etapas por las que suelen pasar todos los niños. Solo debes tener en cuenta que no todos los menores presentan la misma rapidez durante su aprendizaje.
Así, desde que nace hasta que cumple los cinco meses de vida, el pequeño se comunica a través de ruidos o balbuceos, mostrando reconocer a sus progenitores cuando les oye hablar. Durante esta etapa es muy importante la atención visual.
En los siguientes meses, hasta que cumple el año, puede emitir monosílabos. También es capaz de reconocer su nombre y atender cuando le llaman por el mismo. En esta etapa, sus padres pueden emocionarse al oír «papá» y «mamá». Es un periodo en que la imitación de lo que escucha se hace patente, a pesar de que aún tenga que pasar más tiempo para que logre una correcta pronunciación.
Del año hasta los 18 meses consigue responder preguntas sencillas, mostrando una mejor comprensión del lenguaje. Después de esos meses y hasta el segundo año, ya podrá deletrear perfectamente las vocales y nombrar objetos de su alrededor. Se estima que el menor ha adquirido en esta etapa alrededor de 50 palabras, que puede utilizar más o menos acertadamente.
Verás cómo va aumentando su habilidad entre los dos y tres años de una manera asombrosa. Recuerda que su cerebro es como una esponja que, rápidamente, va absorbiendo conocimientos, especialmente durante este periodo de su vida. Así que es el más apropiado para ir introduciéndole nuevos idiomas que, perfectamente, puedes comenzar a enseñarle desde los primeros meses de vida.
Cuando llega a los tres años, el niño tiene un conocimiento medio de 1.000 palabras, aunque puede llegar a adquirir hasta 1.500. Todo depende de lo que podemos hacer para alentar su aprendizaje.
Tienes la oportunidad de fomentar en tu pequeño la adquisición de estas habilidades que te hemos desarrollado. Obviamente, necesitas motivarle para captar su atención y, así, poder ir reteniendo toda la información que le proporcionas, casi sin que se dé cuenta.
El juego es el método más efectivo para lograrlo. Es imprescindible que mantengas con tu hijo un contacto visual mientras llevas a cabo estas enseñanzas. Por ejemplo, puedes cantarle letras sencillas, que contengan bisílabos. Si todos los días le reproduces la misma canción, terminará por repetir alguna de las palabras que haya podido memorizar.
A partir de su año de vida, puedes nombrarle diferentes objetos e, incluso, escribir su nombre, dejándolo a la vista de tu hijo. Esto ayudará a que vaya asociando algunas letras con dicho objeto para facilitarle en un futuro la comprensión escrita.
De la misma forma, si le retiras el chupete después del primer año, aunque sea de manera progresiva, permitirás que tu pequeño vaya practicando el habla y ejercitando los músculos que participan en el mismo.
Las habilidades lingüísticas del niño implican un proceso de aprendizaje en el que los mayores le podemos ayudar. Poco a poco podrás oír las primeras palabras de tu hijo y ver cómo te entiende cuando le hablas.
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Fuentes de referencia:
https://www.bebesymas.com/desarrollo/como-cuando-se-desarrollan-nino-habilidades-linguisticas-que-podemos-hacer-para-fomentarlas-juego
https://www.nidcd.nih.gov/es/espanol/etapas-del-desarrollo-del-habla-y-el-lenguaje
https://atenciontemprana-atai.es/novedad/etapas-en-la-adquisicion-del-lenguaje/23