Dar amor a un bebé no es sinónimo de malcriar

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Dar amor a un bebé es una necesidad esencial. Por ello, es importante expresar y transmitir el afecto. Tu cariño es un alimento para el niño. Ten en cuenta que nutre su autoestima, su seguridad y su bienestar. Pero, a su vez, las demostraciones de amor también fortalecen el vínculo afectivo con tu hijo.

Dar amor a un bebé solo produce beneficios positivos

Existen creencias que pueden generar confusión en el cuidado y la crianza. Quizá en algún momento has recibido algún consejo relacionado con no malcriar al bebé. Pues bien, es importante puntualizar que el amor expresado de forma abundante solo produce beneficios positivos. De hecho, deja una huella que perdura a largo plazo. Amar no significa malcriar por una razón importante. Los límites también forman parte de la educación y la crianza. Dichos límites tienen un fin constructivo puesto que, desde tu punto de vista, son adecuados para el niño.

Sin embargo, el concepto de límite nunca debe utilizarse para acotar el número de demostraciones de cariño. El bebé requiere de atención, apego y cercanía. Por medio del tiempo que compartes con tu hijo, fortaleces la unión. Y, por otra parte, también te conoces a ti mismo en tu papel de padre o madre. El afecto que expresas a tu bebé es tan importante como la amabilidad hacia ti mismo.

Por tanto, recuerda que la alimentación y el descanso son dos de las necesidades vitales más importantes que tiene un bebé. Sin embargo, desde el punto de vista afectivo, también presenta una particularidad: necesita sentirse querido de verdad.

La falta de afecto produce carencias emocionales

El poder de la ausencia puede producir carencias emocionales significativas en el niño. Por el contrario, el amor es un alimento de la autoestima y de la felicidad. El bebé recibe aceptación, reconocimiento y cariño. Con frecuencia, el afecto se demuestra a través del lenguaje de la piel. El abrazo forma parte de la comunicación corporal. Pero no solo es posible acariciar por medio del sentido del tacto. Las palabras que expresan amor adquieren la forma de caricias emocionales. Y son esenciales para potenciar el bienestar de todo ser humano. También ofreces caricias emocionales cuando lees un cuento a tu hijo, cuando le cantas una canción o cuando le observas con admiración.

En conclusión, dar amor a un bebé no es malcriar. Quien cree que la abundancia de afecto puede llegar a mimar en exceso a un niño parte de una creencia equivocada. Es importante que tu hijo se sienta querido y aceptado de forma incondicional. Y, por otra parte, cuando un padre y una madre educan con inteligencia emocional, demuestran lo que sienten. No olvides que amar no es una forma de malcriar, sino una fuente de resiliencia.

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Fuentes de referencia

https://lamenteesmaravillosa.com/amor-nunca-hara-los-ninos-se-malcrien/

https://www.rbalibros.com/rba-practica/amar-sin-miedo-malcriar_4696