¿Qué es el lenguaje receptivo en niños?

El peligro de las sillas de coche infantiles y de los abrigos de invierno
29 diciembre, 2021
Dar amor a un bebé no es sinónimo de malcriar
28 enero, 2022

El lenguaje receptivo en niños tiene una especial importancia. Al fin y al cabo, se trata del primer tipo de forma de comunicación que los bebés aprenden. Por ello, aquí vamos a explicar qué es, cuáles son sus etapas de desarrollo y en qué se diferencia del lenguaje expresivo.

Lenguaje receptivo en niños: definición

La capacidad para entender las palabras y todos los símbolos que componen la comunicación (señales, gestos, movimientos corporales, etc.). Esa es la definición de lenguaje receptivo. La mayor parte de él se deduce de nuestra experiencia personal.

Para demostrarlo, basta con poner un ejemplo. Imaginemos que vamos conduciendo y empezamos a escuchar la sirena de una ambulancia o de un coche de policía. Instantáneamente, miramos por los espejos retrovisores y nos apartamos para dejarle paso.

Evidentemente, esta habilidad de reconocer un estímulo y de actuar en consecuencia es fundamental para que la comunicación tenga éxito. Sin embargo, muchos niños tienen problemas para hacer frente a los desafíos receptivos que les rodean. Estos suelen traducirse en un déficit de atención o dificultad para entablar relaciones sociales.

¿En qué se diferencia el lenguaje receptivo del expresivo en niños?

El lenguaje expresivo en los niños se desarrolla justo después del receptivo. En concreto, se trata del uso de las palabras de forma hablada y, posteriormente, escrita con el propósito de transmitir un mensaje. Es una cualidad ampliable a lo largo de toda nuestra vida.

El desarrollo del lenguaje receptivo en niños

Como dijimos, en un niño sin ninguna dificultad para el aprendizaje, el desarrollo del lenguaje receptivo se produce en una serie de etapas bien diferenciadas. Estas son:

  • Primera etapa. Se da en los bebés con una edad inferior a un año. Ellos son capaces de comprender los sentimientos de sus padres a través del tono de sus voces, de las expresiones de sus rostros y de su lenguaje corporal en general.
  • Segunda etapa. Se produce en niños de entre uno y dos años, aproximadamente. Durante su transcurso aprenden a entender los gestos, los patrones rítmicos del habla y las características de la entonación. Por ejemplo, pueden entender la pauta “no pintes la pared” sin saber qué significa cada una de esas palabras o cómo componer la frase.

A partir de ese momento, el lenguaje receptivo en niños sigue desarrollándose junto al expresivo. El motivo es que, superada esa segunda etapa, el pequeño aprende a decir sus primeras palabras y a entender combinaciones de ellas. Por ejemplo, si le decimos “adiós”, es posible que lo repita o que agite su mano para despedirnos. Con el paso del tiempo comprenderá oraciones y párrafos cada vez más largos, algo que también será posible gracias a la mejora de su memoria y de sus habilidades cognitivas en general.

imagen